Los diamantes y las circonitas son muy valorados en el mercado de la joyería, pero se diferencian en muchos aspectos importantes. Comprender estas diferencias le ayudará a tomar mejores decisiones y evitar posibles estafas, lo que le permitirá obtener el valor que merece por su compra.
Origen y Formación:
Los diamantes se originan en el manto de la Tierra y son llevados a la superficie a través de la actividad volcánica. Por otro lado, los circones se encuentran comúnmente en rocas ígneas y metamórficas y también pueden estar presentes en depósitos sedimentarios. Estas diferencias geológicas contribuyen a las propiedades únicas de cada piedra preciosa.
Densidad y peso:
Los diamantes tienen una densidad relativa de 3,52, mientras que los circones tienen una densidad mayor de 4,73. Esto significa que, para el mismo tamaño, las circonitas se sentirán más pesadas que los diamantes. Esta propiedad se puede utilizar como factor distintivo entre los dos.
Practicidad y uso:
Los diamantes son muy valorados por su excepcional dureza, brillo y rareza, lo que los hace ideales para joyería de alta gama. Las circonitas, aunque también se utilizan en joyería, suelen encontrarse en piezas más asequibles. Algunas circonitas de baja calidad contienen elementos radiactivos, particularmente los de color naranja brillante, que pueden ser dañinos si se usan como joyería, lo que resalta una diferencia práctica significativa entre los dos.
Índice de refracción y propiedades ópticas:
Los diamantes cuentan con un índice de refracción más alto (2,42) en comparación con los circones (1,93-2,01), lo que da como resultado un brillo y un fuego superiores. Además, los circones exhiben doble refracción, lo que provoca una notable duplicación de las facetas bajo aumento, una característica ausente en los diamantes.
Afinidad del aceite y conductividad térmica:
Los diamantes son oleófilos, lo que significa que pueden absorber aceites, a diferencia de los circones. Esta característica puede ayudar a distinguir entre los dos. Además, los diamantes tienen una alta conductividad térmica, lo que les permite disipar el calor rápidamente. Esto se puede comprobar respirando la piedra preciosa y observando qué tan rápido se elimina la condensación; los diamantes se aclararán mucho más rápido que los circones.
Conclusión:
Si bien tanto los diamantes como los circones son opciones populares para la joyería, poseen diferencias significativas en términos de dureza, composición, origen, densidad, practicidad, índice de refracción, afinidad del aceite y conductividad térmica. Ser consciente de estas diferencias puede ayudarle a tomar decisiones más informadas y evitar posibles fraudes.
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