Yo. El centro del comercio mundial del siglo XIV al XVIII
El eminente académico estadounidense Andre Gunder Frank, en su obra "ReOrient: Global Economy in the Asian Age", propone una tesis revolucionaria: el sistema económico mundial ha existido durante más de 5000 años sin interrupción. Entre 1400 y 1800, Asia, y más específicamente China, era el centro económico del mundo, no Europa.
Cristóbal Colón buscó una nueva ruta hacia el Este debido a las redes comerciales bien establecidas entre Oriente y Occidente, redes tan lucrativas que los exploradores estaban dispuestos a arriesgar sus vidas. En ese momento, India dominaba el mercado textil mundial, mientras que China exportaba masivamente artesanías y productos agrícolas a Europa y Asia. El comercio de seda, porcelana y té chinos generaba considerables beneficios. Así, China se convirtió en el centro indiscutible del comercio mundial.
II. El Imperio de Plata
En China, el uso de la plata como moneda se remonta a la dinastía Tang y se consolidó durante las dinastías Song y Yuan. Bajo la dinastía Ming, la plata se convirtió en moneda oficial gracias a las reformas de Zhang Juzheng, facilitando su circulación y uso cotidiano. Sin embargo, China no era un gran productor de plata. Mientras Japón y América descubrieron importantes depósitos de plata, China intercambió sus preciados productos como té, seda y porcelana por plata, convirtiéndose en el "último tesoro de plata" del mundo. Los anillos de plata y otros productos de plata también eran muy valorados en los mercados.
III. La caída de la dinastía Ming debido a la escasez de plata
La economía de la dinastía Ming dependía en gran medida de la plata. Cuando las importaciones de plata disminuyeron drásticamente a mediados del siglo XVII, la economía china colapsó. Los impuestos aumentaron, los precios se dispararon y el desempleo se extendió, precipitando la caída de la dinastía Ming. La crisis financiera mundial vinculada a la escasez de plata también afectó a Europa, donde los gobiernos se vieron obligados a devaluar sus monedas y aumentar los impuestos, agravando sus propias crisis económicas.
IV. El éxodo de la plata china
Del siglo XV al XVIII, China absorbió la mayor parte de la plata del mundo gracias a su floreciente comercio. Sin embargo, la llegada de la Revolución Industrial a Europa acabó con este dominio. Las Guerras del Opio en el siglo XIX y los tratados desiguales resultantes provocaron una salida masiva de plata china, acentuando el declive de China. Además, el auge de las industrias occidentales y japonesas redujo la competitividad de los productos tradicionales chinos, incluidos los anillos de plata, que alguna vez fueron muy buscados.
V. Las minas de plata de Japón
Japón, aunque se consideraba pobre en recursos, poseía importantes minas de plata, en particular en Iwami Ginzan. Estas minas, descubiertas a principios del siglo XIV, fueron explotadas intensivamente en el siglo XVI gracias a la introducción de técnicas avanzadas por parte de los artesanos coreanos. De este modo, Japón se convirtió en un importante productor de plata, influyendo en el comercio mundial al proporcionar la plata necesaria para las transacciones con China.
VI. La Gran Mina de Plata de Potosí
En 1545, el descubrimiento de la montaña de Potosí, rica en plata, en los Andes bolivianos, revolucionó la economía global. Esta mina, explotada por los españoles, proporcionó una inmensa cantidad de plata, lo que impulsó la economía y el comercio mundial del imperio español. Sin embargo, la brutal explotación de los trabajadores indígenas convirtió a Potosí en una verdadera "puerta al infierno"."
VII. El comercio del galeón de Manila
En 1565, los españoles establecieron una ruta comercial entre Manila y Acapulco, utilizando grandes galeones para transportar plata desde América a Asia a cambio de seda, porcelana y otros artículos de lujo. Esta ruta, operada durante más de 250 años, facilitó el intercambio masivo de bienes y anillos de plata, uniendo las economías de Asia y América. Anillos de plata se convirtieron en artículos comerciales muy apreciados y buscados.
VIII. La Ruta de la Plata en el este de Asia
El descubrimiento de las minas de plata japonesas en el siglo XVI estimuló un intenso comercio entre Japón, Corea y China. Los comerciantes japoneses y coreanos transportaron grandes cantidades de plata a China, donde se intercambió por codiciados productos chinos. Esta ruta de la plata fortaleció los lazos económicos entre estas tres naciones y jugó un papel crucial en el comercio regional.
IX. La riqueza injusta de España
España amasó una inmensa riqueza explotando las minas de plata de América, pero esta riqueza no transformó a España en una nación poderosa y sostenible. Bajo el reinado de Felipe II, los gastos extravagantes y las guerras incesantes agotaron los recursos del país. La falta de inversión en infraestructura e industria, combinada con políticas económicas y religiosas represivas, condujo al declive del imperio español.
X. La tragedia otomana de la plata
El Imperio Otomano, que controlaba las rutas comerciales entre Europa y Asia, inicialmente se benefició de la afluencia de plata americana. Sin embargo, esta abundancia de plata provocó una inflación masiva, desestabilizando la economía del imperio. Los precios de los alimentos y las materias primas aumentaron, mientras que los ingresos estatales disminuyeron, lo que provocó una crisis fiscal y revueltas populares.
XI. La Ruta Safawí de la Seda y la Plata
Bajo el reinado de Shah Abbas I, el reino safávida de Irán fortaleció su posición como principal proveedor de seda de Europa. A cambio, Irán recibió grandes cantidades de plata estadounidense. Esta ruta de la seda y la plata permitió a Shah Abbas financiar sus reformas militares y administrativas, consolidando el poder safávida e inaugurando un período de prosperidad.
XII. El secreto del ascenso de Europa al poder
El descubrimiento del Nuevo Mundo y la explotación de las minas de plata americanas trajeron a Europa una inmensa riqueza. Esta afluencia de recursos permitió a las naciones europeas financiar su desarrollo industrial, construir infraestructura y promover la innovación tecnológica. Además, la competencia por el control de nuevas rutas comerciales estimuló la expansión militar y económica, impulsando a Europa a la cima de la jerarquía mundial.
En conclusión, la historia global de la plata ilustra cómo la dinámica económica y los flujos de recursos han dado forma a las civilizaciones a lo largo de los siglos. Desde el comercio de anillos de plata hasta vastas redes comerciales, la plata ha sido un poderoso motor de desarrollo económico y transformaciones sociales.